El BCE reprenderá a Sánchez por el impuesto a la banca: encarecerá aún más las hipotecas
El Banco Central Europeo reprenderá al presidente Sánchez por su ingeniería fiscal y el impuesto que ha establecido sobre los beneficios supuestamente extraordinarios de la banca. En opinión de la institución que preside Christine Lagarde, el impuesto encarecerá el crédito y aumentará aún más el coste de las hipotecas, que han subido intensamente desde los aumentos sucesivos de los tipos de interés decididos por el BCE, que continuarán en diciembre y a lo largo del año próximo. En su última comparecencia pública, Lagarde aseguró estar muy preocupada por el efecto del endurecimiento de la política monetaria sobre las familias más vulnerables.
Durante el actual ejercicio, el euríbor no ha cesado en su ascenso: ha pasado del -0,502% registrado en diciembre al 2,218% que marcó a finales de septiembre. Esta evolución se traduce en que todos los hipotecados con revisión en cualquier mes de 2022 han visto cómo sus cuotas se disparaban tras la actualización de su interés. No obstante, los clientes que tengan que revisar su hipoteca en los próximos meses tampoco se librarán de pagar más, puesto que el euríbor seguirá al alza.
El comparador financiero HelpMyCash estima que el índice al que están referenciadas la mayoría de hipotecas variables en España cerrará el año en torno al 2,5%; aunque no descarta que pueda rozar el 3%, dependiendo de cómo evolucione la economía y de las decisiones que tome el banco central en sus próximas reuniones
El dictamen definitivo del organismo con sede en Fráncfort sobre el impuesto a la banca se conocerá en los próximos días, en cuanto termine el trabajo de la comisión de expertos creada al efecto, pero no se apartará demasiado del que ya publicó en verano de 2019 con motivo de una decisión simular adoptada entonces por Lituania. En aquella ocasión, el BCE actuó de oficio, según los poderes que le concede su estatuto para vigilar la solvencia del sistema financiero de los estados miembros. En el caso de España, la petición del informe se producirá a petición del Congreso de los Diputados, al tratarse de una proposición de ley aprobada por el Gobierno y los socios que sostienen su mayoría.
En el dictamen sobre Lituania, el BCE afirmaba que un impuesto de esta naturaleza «podría dar lugar a que los bancos ofrezcan condiciones menos favorables a sus clientes al proporcionar préstamos y otros servicios, y también puede inducir a ciertos bancos a reducir sus actividades, lo que llevaría a una reducción en la disponibilidad de crédito, creando incertidumbre para estos bancos». El BCE temía entonces y sigue viendo ahora riesgos de que el nuevo tributo inventando por Sánchez cierre el grifo de crédito y que los préstamos sean más caros, como está sucediendo en los últimos días.
Por otra parte, el BCE está radicalmente en contra de usar los ingresos de un nuevo impuesto a los bancos con fines presupuestarios, para reducir el déficit público. «Imponer nuevas cargas a las entidades financieras pondría obstáculos a la provisión de crédito y podría afectar al crecimiento real de la economía», según las fuentes consultadas. Además, esta figura tributaria creada expresamente para «ayudar a las clases más desfavorecidas -según ha justificado el Gobierno- se puede volver exactamente en contra de aquellos que dice beneficiar, por ejemplo todos los que a duras penas pueden pagar su hipoteca», indican los citados medios.
Otro efecto colateral de extrema importancia para el BCE sería el impacto que el nuevo impuesto podría tener sobre las rentabilidad de las entidades afectadas y en su capacidad para captar capital, minando su fortaleza, cuestiones todas ellas fundamentales para el banco central. El dictamen del BCE no tiene en cualquier caso carácter vinculante, sino que opera como una advertencia que constituirá en todo caso un revés para la política de Sánchez de establecer nuevos impuestos a los bancos y a las eléctricas, en cuya defensa se prodiga a diario.